La escultora salmantina Bene Bergado nos muestra la cara B de la sociedad consumidora de medicamentos, de comida procesada, de productos químicos.
Parece que poco nuevo se puede decir sobre las consecuencias en la naturaleza y en nuestro propio organismo de una industria que no deja de crecer. Sin embargo, en la exposición “Bene Bergado. Irreversible” de la Sala Alcalá 31, la artista nos confronta a las contradicciones de nuestra sociedad estéticamente “sana y ecologista” pero de hecho altamente contaminante.
Empleando lenguajes diversos, desde guiños al minimal, o al conceptualismo de Joseph Kosuth, a las grandes instalaciones y los objetos post-conceptuales, Bergado nos invita con humor e ironía a reflexionar sobre el presente y el futuro de nuestro planeta, amenazado por lo que parece irreversible: nuestro irrefrenable consumismo.