El artista checo Jirí Dokoupil no es ningún desconocido en Madrid: habitual de ARCO y artista representado por la galería Juana de Aizpuru, ya protagonizó incluso una exposición del Museo Reina Sofía en el año 2000. No abundan, no obstante, las ocasiones de repasar en una misma muestra sus distintas etapas y estilos. La Casa Encendida ha reunido en dos de sus salas un número reducido de obras, todas ellas de gran tamaño y representativas de la producción a lo largo de casi cuatro décadas, entre 1982 y 2019. Más que hablar de evolución estilística, en Dokoupil se puede destacar la diversidad de técnicas y estéticas. La exposición, subtitulada “La rebelión contra el conceptualismo”, denuncia el arte basado en la idea desnuda, y demuestra que, por el contrario, dar forma a la idea es el propósito del arte. En un mundo libre, en el que las ideas son y deben ser variadas y variables, el arte tiene la obligación de encontrar para cada una de ellas una expresión específica.